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miércoles, 6 de abril de 2016

ENYESADO DE FRACTURAS Y SUS VARIEDADAS


ENYESADO DE FRACTURAS


El conocimiento de hechos básicos en el manejo de los vendajes enyesados, forma parte ineludible de los procedimientos terapéuticos que cualquier médico debe dominar. Son innumerables las circunstancias en las cuales el uso de un método de inmovilización resulta imperioso y obligado y el médico no puede eludir la responsabilidad del tratamiento urgente de ese paciente, pretextando su calidad de «no especialista».

Se debe tener clara conciencia que un vendaje enyesado en una circunstancia de emergencia, no sólo se constituye en el mejor tratamiento del dolor de una fractura, sino que, además, puede prevenir desplazamientos de fragmentos óseos, exposición del foco, y compromiso vascular o nervioso por acción de fragmentos movibles, entre otros.
Un yeso sostiene un hueso roto en su lugar mientras se consolida. Los yesos también ayudan a prevenir o disminuir las contracturas musculares, y son eficaces para inmovilizar, especialmente después de una cirugía.
Los yesos inmovilizan las articulaciones por encima y por debajo de la zona que se debe mantener derecha e inmóvil. 
El exterior o la parte dura del yeso está hecha de dos materiales diferentes.
·         Yeso (de color blanco)
·         Fibra de vidrio (disponible en distintos colores, patrones y diseños)
Para el revestimiento del interior se utiliza algodón y otros materiales sintéticos, a fin de que sea mullido y acolchado alrededor de las áreas óseas, tales como la muñeca o el codo.
En los yesos de fibra de vidrio se pueden utilizar revestimientos impermeables especiales que permitirán al niño mojar el yeso. Consulte al médico de su hijo para obtener instrucciones específicas para el cuidado de este tipo de yeso.


      TÉCNICAS PARA LA PREPARACIÓN DEL VENDAJE ENYESADO

Lechada de yeso: corresponde a una técnica ya abandonada en casi todos los centros médicos. Como bien pudieran presentarse circunstancias o lugares que hacen obligatorio su uso, se describe: se mezcla yeso ortopédico en polvo y agua tibia en partes iguales. En la lechada resultante, se mojan completamente vendas de linón ortopédico. La malla del vendaje aprisiona la lechada de yeso. Con esta venda, así empapada en yeso, se coloca el vendaje y, se confecciona la férula, según sea la circunstancia. El uso de agua más caliente o la adición de alumbre o sal común, acelera el proceso del fraguado. Vendas de yeso confeccionadas en el servicio: también es un procedimiento ya en extinción por razones económicas, de comodidad y, dificultad en su confección.

Se hace pasar vendas de linón ortopédico, del ancho escogido, por una masa de yeso en polvo. En la malla del tejido del linón queda aprisionada una buena porción de polvo de yeso y con ella se confecciona la venda. Esta debe quedar guardada en depósitos herméticos, para evitar que el yeso, sustancia fuertemente higroscópica, absorba agua del medio ambiente, y pierda su capacidad de fragüe.

Vendas enyesadas de confección industrial: prácticamente de uso universal, ofrecen garantía de calidad, tiempo de fragüe exacto, facilidad en su almacenamiento y manejo.
El yeso de uso ortopédico, químicamente corresponde a un sulfato de calcio hidratado: CaSO4 . 2 H2O.

Por procedimientos industriales se calienta a 120-130°, con lo cual pierde una molécula de agua. Este hecho le hace perder la dureza propia de la piedra caliza, y la hace susceptible de ser pulverizada.

Cuando recupera la molécula de agua perdida, sea porque se le adiciona agua o porque la absorbe de la atmósfera (higroscopia), recupera la dureza primitiva. El vendaje enyesado adquiere así la solidez necesaria para hacer resistente la in movilización. Se consigue así un vendaje rígido, sólido, liviano, poroso, y económicamente dentro de límites razonables.


Tipos de vendajes de yeso

En la práctica son usados tres tipos de vendajes de yeso.

  1. Vendaje de yeso almohadillado: Se envuelve el miembro con un vendaje de delgadas láminas de algodón prensado, de un espesor de 1 a 2 cm. Se refuerza con almohadillado más grueso sobre aquellas zonas que corresponden a prominencias óseas: codos, muñecas, crestas ilíacas, trocánteres, maleolos peroneo y tibial. Se termina el almohadillado con vendaje final de papel elástico. Sobre esta capa así almohadillada, se coloca el vendaje de yeso. Su objetivo es de conseguir una inmovilización, siempre provisoria, ya que no garantiza la correcta inmovilización de los fragmentos. Su uso es limitado.
  2. Vendaje de yeso no almohadillado: es la modalidad usada prácticamente en todos los casos en los que se requiera una inmovilización rígida, sólida, que logre fijar los fragmentos óseos, impida los desplazamientos, angulaciones, etc. Como el procedimiento lleva a colocar el vendaje de yeso directamente sobre la piel, sólo cubierta de una malla de tejido de algodón o «soft band», previamente deben ser protegidas todas aquellas zonas de piel bajo las cuales existen prominencias óseas.
  3. Valvas o férulas enyesadas.
  4. En determinadas circunstancias, suelen usarse inmovilizaciones de yesos de modelos muy especiales, para cumplir objetivos muy precisos.
  5. Así son los yesos articulados a nivel de rodilla o codo que, junto con inmovilizar un segmento esquelético, permiten el uso de la articulación.
  6. Otros se extienden exclusivamente al segmento óseo fracturado, dejando libre o semilibre las articulaciones proximales o distales. Así, se conforman, por ejemplo, las inmovilizaciones de yeso tipo Sarmiento.













PASOS A SEGUIR PARA ENYESAR UNA EXTREMIDAD O REGION FRACTURADA

1. Tener preparadas las férulas y las vendas antes de colocar el yeso
2. Agua fría (o templada si se requiere modelar), nunca caliente
3. No deben caer gotas de agua sobre las férulas o vendas
4. Almohadillar con gasa, algodón o papel, sin apretar
5. Colocar la extremidad en posición funcional o de reducción de la fractura
6. Mojar la férula o la venda sujetándola por los extremos y escurrir sin apretar ni retorcer
7. Colocar la venda sobre la extremidad superponiendo 1/3 en cada vuelta sin torcerla
8. En cada vuelta pasar la mano sobre el yeso para unir las capas mediante el yeso que se expulsa
9. Recortar el yeso para dejar libre las articulaciones que no se inmovilizan
10. Limpiar la piel del yeso que haya caído y poder ver la coloración de los dedos



CONTROL Y CUIDADO DEL ENFERMO ENYESADO

Cualquiera haya sido la causa que motivó la colocación del yeso, es obligación del médico vigilar la evolución del proceso. La obligación se hace imperiosa cuando el yeso ha sido colocado como tratamiento de una fractura, luxación, o como complemento de una intervención quirúrgica.
  • Aspectos que deben ser vigilados:
  • Buena circulación del miembro enyesado.
  • Correcto grado de sensibilidad.
  • Ausencia de edema.

Dolor tenaz, inexplicable, persistente, especialmente si es referido a un sector fijo del miembro enyesado; más aún si se corresponde a un zona de prominencia ósea.
Buena movilidad de los dedos.
Ausencia de molestia o dolor en relación a los bordes proximal o distal del yeso.
Este control es obligatorio dentro de las primeras 24 horas de colocado el yeso.
Si no hubiesen manifestaciones adversas que corregir, el control debe seguir realizándose cada 7 a 10 días.
·         Mantenga el yeso limpio y seco.
·         Revise si existen grietas o fisuras en el yeso.
·         Los bordes ásperos se pueden acolchar para proteger la piel contra rasguños.
·         No rasque la piel debajo del yeso introduciendo objetos debajo de este.
·         Puede utilizar un secador para el cabello en un lugar fresco para introducir aire dentro del yeso y aliviar la piel caliente y con picazón. No introduzca aire tibio o caliente en el yeso.
·         No coloque polvos ni lociones dentro del yeso.
·         Cubra el yeso mientras el niño come para evitar que los alimentos se derramen o ingresen en el yeso.
·         Evite que se coloquen juguetes u objetos dentro del yeso.
·         Levante el yeso por encima de la altura del corazón para reducir la hinchazón.
·         Anime a su hijo a mover los dedos de las manos o de los pies para activar la circulación.
·         No utilice la barra de abducción del yeso para levantar o transportar al niño.

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BIBLIOGRAFIA:

jueves, 31 de marzo de 2016

FRACTURAS Y TIPOS DE FRACTURAS




FRACTURAS Y TIPOS DE FRACTURAS







¿QUE ES UNA FRACTURA?
El sistema esquelético, está compuesto por 206 huesos, los cuales, proporcionan soporte, permiten el movimiento y protegen los órganos internos del cuerpo.
Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.
Epidemiología
La incidencia de las fracturas está influida en cierta medida por el sexo y la edad, de modo que:
 En mujeres mayores de 60 anos la incidencia es mayor en tobillo y radio distal.
 En los hombres las fracturas son mas frecuentes durante la juventud, normalmente a causa de traumatismos de alta energía.
 Las fracturas de fémur y humero proximal son poco frecuentes pero en la juventud, pero a partir de los 60 anos su incidencia aumenta exponencialmente, siendo especialmente relevante en las mujeres debido a la osteoporosis.
SINTOMAS DE UNA FRACTURA:
·         Deformación de la zona.
·         Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.
·         Entumecimiento y hormigueo.
·         Movimiento limitado o incapacitado.
·         Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o sobreinfección

TIPOS DE FRACTURAS Y CLASIFICACION:
Las fracturas pueden clasificarse atendiendo a:
 Etiología: o Habituales: Las fracturas habituales son aquellas que se producen en el hueso sano como resultado de un traumatismo directo o indirecto cuya fuerza vence la resistencia del hueso, pudiendo clasificarse en fracturas de alta y fracturas de baja energía y pueden producirse por mecanismos directos o indirectos (más abajo) o
Por estrés: traumas repetidos de baja energía, que por sí solos no podrían causar fractura. Deben existir por tanto antecedentes; el paciente suele referir previas molestias. Son típicas de atletas en relación a cambios de calzado, de terreno... o en militares que realizan largas marchas. La mayoría asienta en los miembros inferiores y en la pelvis. El hueso afectado más a menudo es la tibia:
 Tibia proximal: en militares.
 Tercio medio: en ballet.
 Maleolo externo: en corredores con pies pronados
Patológicas: Una fractura patológica es aquella que se produce en el seno de una estructura debilitada del hueso, ya sea por traumas mínimos (que en condiciones normales no produciría una fractura) o espontáneamente.
 Localizada: Quiste, tumor, orificio en el hueso dejado por la retirada de un tornillo
 Generalizada (insuficiencia ósea): Todo el tejido óseo es débil, como en la osteoporosis o las displasias(metabolismo óseo anómalo que conduce a fragilidad)
Punto que soporta la violencia: o Directa: Las fracturas directas son aquellas que se producen cuando el agente traumático actúa directamente sobre el punto de fractura, siendo con frecuencias fracturas abiertas y con grandes lesiones de las partes blandas. Las causas o mecanismos pueden ser variadas: compresión, aplastamiento, agentes penetrantes… Un caso particular son las armas de fuego, que pueden ser de baja o alta velocidad. Estos proyectiles pueden producir una fractura multifragmentaria (fracturas conminutas) o daños agravados por lo que se conoce como “proyectiles secundarios”, que son fragmentos óseos y del proyectil desprendido al chocar el uno con el otro. Además, existe apertura en la piel, con las complicaciones por infección que suponen. o Indirecta: Las fracturas indirectas son aquellas en las que la solución de continuidad del hueso se produce en un
punto distante de aquel donde actúa la fuerza. Estas fracturas pueden producirse por diversos mecanismos:
 Tracción: típica en las apófisis de los huesos como el calcáneo, la tuberosidad de la tibia, el olecranon o la rotula
 Compresión: que ocurre principalmente en aéreas de hueso esponjoso débil, como las vertebras
 Torsión: como en el esquí (normalmente en huesos largos)
 Flexión: que se produce cuando un hueso recto es obligado a incurvarse o uno curvo a rectificar su curvatura
 Cizallamiento: que se produce cuando sobre un hueso actúan dos fuerzas en sentidos opuestos.
 Relación con el estado de la piel: o Cerradas: en las que la fractura ocurre con integridad de las partes blandas y que se valoran mediante la clasificación de Tscherne y Oestern:
 Grado 0: mínima lesión de partes blandas por mecanismos indirectos, sin desplazamiento ni conminución.
 Grado I: que es una fractura acompañada de abrasiones superficiales o contusiones producidas por mecanismo indirecto y que tienen un desplazamiento moderado y patrón no complejo
 Grado II: que son fracturas con patrón complejo producidas por mecanismo directo y acompañadas de contusiones musculares significativas o abrasiones profundas (riesgo importante de síndrome compartimental)
 Grado III: que son fracturas producidas por mecanismo directo de alta energía, como aplastamientos, y que presentan grave lesión de los tejidos blandos y de la piel y en ocasiones lesión vascular y síndrome compartimental. o Abiertas: en las que se pone en contacto el foco de fractura con el exterior y que se valoran por la clasificación de Gustilo y Anderson.
 Tipo I: que es una fractura abierta con una herida limpia menor de 1cm (sin evidencia de contaminación profunda)
 Tipo II: que es una fractura abierta con laceración mayor de 2cm y sin gran afectación de los tejidos blandos, colgajos o avulsiones
 Tipo III: que es una fractura abierta de más de 10cm, con gran afectación de los tejidos blandos o incluso amputación traumática.
 IIIA, en la que a pesar de las grandes lesiones de partes blandas, se puede conseguir una reconstrucción y cobertura cutánea adecuada.
 IIIB, en la que hay dificultad para conseguir coberturas adecuadas y el hueso está expuesto;
 IIIC, que son fracturas abiertas asociadas a lesión vascular que precisan reparación para la conservación de la extremidad.
Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se clasifican de la siguiente manera:
·         Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.
·         Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.
·         Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.
·         Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
·         Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
·         Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.


BIBLIOGRAFIA: