ENYESADO DE FRACTURAS
El conocimiento de
hechos básicos en el manejo de los vendajes enyesados, forma parte ineludible
de los procedimientos terapéuticos que cualquier médico debe dominar. Son
innumerables las circunstancias en las cuales el uso de un método de
inmovilización resulta imperioso y obligado y el médico no puede eludir la
responsabilidad del tratamiento urgente de ese paciente, pretextando su calidad
de «no especialista».
Se debe tener clara
conciencia que un vendaje enyesado en una circunstancia de emergencia, no sólo
se constituye en el mejor tratamiento del dolor de una fractura, sino que,
además, puede prevenir desplazamientos de fragmentos óseos, exposición del
foco, y compromiso vascular o nervioso por acción de fragmentos movibles, entre
otros.
Un
yeso sostiene un hueso roto en su lugar mientras se consolida. Los yesos
también ayudan a prevenir o disminuir las contracturas musculares, y son
eficaces para inmovilizar, especialmente después de una cirugía.
Los
yesos inmovilizan las articulaciones por encima y por debajo de la zona que se
debe mantener derecha e inmóvil.
El
exterior o la parte dura del yeso está hecha de dos materiales diferentes.
·
Yeso
(de color blanco)
·
Fibra
de vidrio (disponible en distintos colores, patrones y diseños)
Para
el revestimiento del interior se utiliza algodón y otros materiales sintéticos,
a fin de que sea mullido y acolchado alrededor de las áreas óseas, tales como
la muñeca o el codo.
En
los yesos de fibra de vidrio se pueden utilizar revestimientos impermeables
especiales que permitirán al niño mojar el yeso. Consulte al médico de su hijo
para obtener instrucciones específicas para el cuidado de este tipo de yeso.
TÉCNICAS PARA LA PREPARACIÓN DEL VENDAJE ENYESADO
TÉCNICAS PARA LA PREPARACIÓN DEL VENDAJE ENYESADO
Lechada de yeso:
corresponde a una técnica ya abandonada en casi todos los centros médicos. Como
bien pudieran presentarse circunstancias o lugares que hacen obligatorio su
uso, se describe: se mezcla yeso ortopédico en polvo y agua tibia en partes
iguales. En la lechada resultante, se mojan completamente vendas de linón
ortopédico. La malla del vendaje aprisiona la lechada de yeso. Con esta venda,
así empapada en yeso, se coloca el vendaje y, se confecciona la férula, según
sea la circunstancia. El uso de agua más caliente o la adición de alumbre o sal
común, acelera el proceso del fraguado. Vendas de yeso
confeccionadas en el servicio: también es un procedimiento ya en extinción por
razones económicas, de comodidad y, dificultad en su confección.
Se hace pasar vendas
de linón ortopédico, del ancho escogido, por una masa de yeso en polvo. En la
malla del tejido del linón queda aprisionada una buena porción de polvo de yeso
y con ella se confecciona la venda. Esta debe quedar guardada en depósitos
herméticos, para evitar que el yeso, sustancia fuertemente higroscópica,
absorba agua del medio ambiente, y pierda su capacidad de fragüe.
Vendas enyesadas de
confección industrial: prácticamente de uso universal, ofrecen garantía de
calidad, tiempo de fragüe exacto, facilidad en su almacenamiento y manejo.
El yeso de uso
ortopédico, químicamente corresponde a un sulfato de calcio hidratado: CaSO4 .
2 H2O.
Por procedimientos
industriales se calienta a 120-130°, con lo cual pierde una molécula de agua.
Este hecho le hace perder la dureza propia de la piedra caliza, y la hace
susceptible de ser pulverizada.
Cuando recupera la
molécula de agua perdida, sea porque se le adiciona agua o porque la absorbe de
la atmósfera (higroscopia), recupera la dureza primitiva. El vendaje enyesado
adquiere así la solidez necesaria para hacer resistente la in movilización. Se
consigue así un vendaje rígido, sólido, liviano, poroso, y económicamente
dentro de límites razonables.
Tipos de vendajes de yeso
En la práctica son
usados tres tipos de vendajes de yeso.
- Vendaje de yeso almohadillado: Se envuelve el miembro con un vendaje de delgadas láminas de algodón prensado, de un espesor de 1 a 2 cm. Se refuerza con almohadillado más grueso sobre aquellas zonas que corresponden a prominencias óseas: codos, muñecas, crestas ilíacas, trocánteres, maleolos peroneo y tibial. Se termina el almohadillado con vendaje final de papel elástico. Sobre esta capa así almohadillada, se coloca el vendaje de yeso. Su objetivo es de conseguir una inmovilización, siempre provisoria, ya que no garantiza la correcta inmovilización de los fragmentos. Su uso es limitado.
- Vendaje de yeso no almohadillado: es la modalidad usada prácticamente en todos los casos en los que se requiera una inmovilización rígida, sólida, que logre fijar los fragmentos óseos, impida los desplazamientos, angulaciones, etc. Como el procedimiento lleva a colocar el vendaje de yeso directamente sobre la piel, sólo cubierta de una malla de tejido de algodón o «soft band», previamente deben ser protegidas todas aquellas zonas de piel bajo las cuales existen prominencias óseas.
- Valvas o férulas enyesadas.
- En determinadas circunstancias, suelen usarse inmovilizaciones de yesos de modelos muy especiales, para cumplir objetivos muy precisos.
- Así son los yesos articulados a nivel de rodilla o codo que, junto con inmovilizar un segmento esquelético, permiten el uso de la articulación.
- Otros se extienden exclusivamente al segmento óseo fracturado, dejando libre o semilibre las articulaciones proximales o distales. Así, se conforman, por ejemplo, las inmovilizaciones de yeso tipo Sarmiento.
PASOS A SEGUIR PARA
ENYESAR UNA EXTREMIDAD O REGION FRACTURADA
1. Tener preparadas
las férulas y las vendas antes de colocar el yeso
2. Agua fría (o
templada si se requiere modelar), nunca caliente
3. No deben caer
gotas de agua sobre las férulas o vendas
5. Colocar la
extremidad en posición funcional o de reducción de la fractura
6. Mojar la férula o
la venda sujetándola por los extremos y escurrir sin apretar ni retorcer
7. Colocar la venda
sobre la extremidad superponiendo 1/3 en cada vuelta sin torcerla
8. En cada vuelta
pasar la mano sobre el yeso para unir las capas mediante el yeso que se expulsa
9. Recortar el yeso
para dejar libre las articulaciones que no se inmovilizan
10. Limpiar la piel
del yeso que haya caído y poder ver la coloración de los dedos
CONTROL Y CUIDADO
DEL ENFERMO ENYESADO
Cualquiera haya sido
la causa que motivó la colocación del yeso, es obligación del médico vigilar la
evolución del proceso. La obligación se hace imperiosa cuando el yeso ha sido
colocado como tratamiento de una fractura, luxación, o como complemento de una
intervención quirúrgica.
- Aspectos que deben ser vigilados:
- Buena circulación del miembro enyesado.
- Correcto grado de sensibilidad.
- Ausencia de edema.
Dolor tenaz,
inexplicable, persistente, especialmente si es referido a un sector fijo del
miembro enyesado; más aún si se corresponde a un zona de prominencia ósea.
Buena movilidad de
los dedos.
Ausencia de molestia
o dolor en relación a los bordes proximal o distal del yeso.
Este control es
obligatorio dentro de las primeras 24 horas de colocado el yeso.
Si no hubiesen
manifestaciones adversas que corregir, el control debe seguir realizándose cada
7 a 10 días.
·
Mantenga
el yeso limpio y seco.
·
Revise si
existen grietas o fisuras en el yeso.
·
Los
bordes ásperos se pueden acolchar para proteger la piel contra rasguños.
·
No rasque
la piel debajo del yeso introduciendo objetos debajo de este.
·
Puede
utilizar un secador para el cabello en un lugar fresco para introducir aire
dentro del yeso y aliviar la piel caliente y con picazón. No introduzca aire
tibio o caliente en el yeso.
·
No
coloque polvos ni lociones dentro del yeso.
·
Cubra el
yeso mientras el niño come para evitar que los alimentos se derramen o ingresen
en el yeso.
·
Evite que
se coloquen juguetes u objetos dentro del yeso.
·
Levante
el yeso por encima de la altura del corazón para reducir la hinchazón.
·
Anime a
su hijo a mover los dedos de las manos o de los pies para activar la
circulación.
EN SEGUIDA VIDEO
BIBLIOGRAFIA: